Jumbo-Visma: el ciclismo cambia de tiranía


Tras casi una década de tiranía del Ineos, el ciclismo podría estar cambiando de régimen. Pero no es una batalla de David contra Goliat, sino más bien una batalla de titanes, una batalla sin cuartel entre dos gigantes. El Jumbo-Visma es la mayor amenaza del todopoderoso Ineos desde el nacimiento de la estructura británica. Ha armado una estructura poderosa que, hoy por hoy, está por encima de la del equipo británico. Hoy hemos tenido doble ración de dominio abrumador del conjunto neerlandés, en el Dauphiné, que ha mandado a su antojo, y en el Gran Piemonte, una de las clásicas previas al Giro de Lombardía, que se celebra este sábado. 

Asusta el poderío del Jumbo-Visma. En el Dauphiné se ven las caras todos los aspirantes a ganar el Tour de Francia. Esta prueba francesa es más que nunca un mini Tour, por eso tiene tanto interés. Será el último ensayo general antes de la ronda gala y el Jumbo-Visma quiere volver a meter miedo al Ineos. De momento, el comienzo no podría haber sido más exitoso para el equipo neerlandés. Hubo varios intentos de ataque en la llegada final, en un puerto de cuarta categoría, pero todos ellos fueron sofocados por el imponente Jumbo-Visma. Atacaron, sucesivamente, Rigoberto Urán, Pierre Latour y Tiesj Benoot. Todos esos demarrajes fueron sofocados por el nuevo tirano del pelotón. Sin piedad, sin compasión. 

Respondió a alguno de esos ataques el propio Primoz Roglic, candidato número uno a ganar el Tour. A otros, Tom Dumoulin, otro que tal baila. Y por ahí andaba también Steven Kruijswijk. Lo dicho, un equipo temible. Esta vez los hombres fuertes en la montaña trabajaron para Wout Van Aert, que viene de ganar la Strade Bianche y la Milán-San Remo. Porque, esa es otra, la tiranía del Ineos se reducía a las grandes vueltas, pero el Jumbo-Visma quiere mandar en todos los terrenos, también en las pruebas de un día. Y ganó Van Aert, con una autoridad extraordinaria. Otra más para el Jumbo-Visma. 

Antes del triunfo de Van Aert y de las escaramuzas en el puerto final, los protagonistas del día fueron Brent Van Moer (Lotto-Soudal), Michael Schär (BMC), Quinten Hermans (Circus-Wanty), Tom Jelte Slagter (Dimension Data) y Niccolo Bonifazio (Total Direct Energie), componentes de la escapada del día 

Así que Van Aert es el primer líder de la carrera, al imponerse en el sprint final a Daryl Impey y a Egan Bernal. Alejandro Valverde, cuarto, ha transmitido muy buenas sensaciones. 

Mañana se disputa la primera de las cuatro jornadas de montaña que decidirán la carrera. 



Como decíamos arriba, el Jumbo-Visma quiere imponer su tiranía en toda clase de carreras, también en las clásicas. Por eso se ha permitido el lujo de no llevar a George Bennett al Dauphiné, para buscar la victoria en el Gran Piemonte y en Il Lombardía. La primera la ha conseguido, con un ataque soberbio en la ascensión final. 

Bennett dejó atrás a Gianni Moscon, del Ineos, es decir, el equipo de la dictadura anterior que se ve ahora seriamente amenazado, y no dio ninguna opción a Mathieu Van der Poel, que se lanzó a su persecución sin éxito. Lo dicho, el ciclismo inaugura nueva tiranía: del dominio absoluto del Ineos al del Jumbo-Visma. Un nuevo régimen, que está por confirmarse, pero que empieza a parecerse mucho al antiguo. 

No todo han sido buenas noticias hoy para el ciclismo, ya que la organización de los Mundiales en ruta, que se iban a celebrar en Suiza, ha anunciado su suspensión. Está por ver si la UCI decide celebrarlos en otra sede. 

Comentarios