Exhibición del Deceuninck-Quick Step


Una de las innumerables fortalezas del Deceuninck-Quick Step, la manada de lobos, es que cuenta con muchos ciclistas que pueden ganar. No es un equipo que dependa de una o dos estrellas, sino que gran parte de su plantilla logra victorias, lo que le permite redondear cada temporada un palmarés impresionante y contar con varias opciones en la mayoría de las carreras que disputa. Desde luego, en las clásicas de primavera, que es un poco en lo que hoy se ha convertido la quinta etapa de la Itzulia. Un terreno duro, marca de la casa en Euskadi, sobre el que el conjunto belga ha firmado una brillante exhibición. 


Es poco habitual que dos ciclistas de un mismo equipo entren en la línea de meta de la mano. Sucedió con Kwiatkowski y Carapaz, del Ineos, en la pasada edición del Tour de Francia, y ha vuelto a suceder hoy en la Vuelta al País Vasco. De los seis ciclistas que formaron la escapada del día, dos eran del Deceuninck: Honoré y Cerny. Junto a ellos, Amador, Bernard, Leknessund y Schelling. 


Con el paso de los kilómetros los dos ciclistas del todopoderoso conjunto belga se quedaron en cabeza junto a Bernard y en un repecho a menos de cinco kilómetros de meta llegó el ataque de Honoré, primero, y el demarraje posterior de Cerny para llegar a su altura y remarcar el abrumador dominio del equipo de Lefevre. Llegaron juntos a meta y fue Honoré quien entró en primer lugar, logrando la victoria, a pesar de que Cerny no había sumado ninguna victoria este año y Honoré, joven ciclista danés de 24 años, sí había ganado una etapa de la Semana Coppi y Bartoli. 


Lo que hace aún más extraordinaria y valiosa esta exhibición de los ciclistas del Deceuninck es que el pelotón no regaló la etapa ni mucho menos. Hubo batalla hasta el final y equipos que intentaron acotar distancias con los fugados. También ataques, como el que protagonizaron a la par Aranburu (cómo va este hombre) y Fraile. Los dos ciclistas del Astana plantearon un valiente pulso al pelotón, pero terminaron siendo cazados. Algún otro ataque se produjo en la parte final, pero insuficientes para cerrar el hueco con los fugados, como también lo fue el trabajo a bloque del Total Direct Energie. 




La general no ha sufrido cambios y mañana se decidirá la carrera con una muy exigente última etapa que concluirá, como ya es tradición, en el santuario de Arrate. McNulty, compañero de Pogacar en el UAE, es líder con 23 segundos sobre Roglic, 28 sobre Vingegaard, 36 sobre Bilbao y 43 sobre Pogacar. 

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