Cuando el Movistar anunció el fichaje de Miguel Ángel López para esta temporada todos pusimos el foco en los piques y la rivalidad que en el pasado tuvieron el ciclista colombiano y el equipo español, incluidas declaraciones un tanto gruesas del entonces corredor del Astana. Se habló de cómo sería la integración de López en la escuadra telefónica, de las vueltas que da la vida, del posible riesgo de bicefalia con Enric Mas en las grandes vueltas... Se hablaron de muchas cosas, pero quizá no de la fundamental, que era el enorme acierto del equipo Movistar con este fichaje, del talento incuestionable del corredor colombiano.
Hoy, a 18 días del Tour y después de haber causado muy buenas sensaciones en el Dauphiné, Superman López ha ganado de forma memorable la prueba de un día Mont Ventoux Dénivéle Challenges, que culmina en el coloso que le da nombre. Allí, en semejante escenario, el corredor colombiano ha protagonizado una auténtica exhibición, de las de antaño, de esas que destrozan a los rivales, de las que implican una superioridad salvaje, casi insultante. Atacó López a más de 14 kilómetros de la cima y se fue solo hacia adelante. En meta aventajó en 2:26 a Óscar Rodríguez y en 2:33 a Enric Mas, quien sale también satisfecho de este test previo al Tour de Francia.
Claro que faltaban rivales de importancia, por supuesto que esta impresionante victoria no se ha logrado ante Roglic ni Pogacar, pero no hay que desdeñar la importancia del triunfo. Por lo arrollador que ha sido y por la mucha moral que dará a Superman López y al Movistar, en general. El equipo español, siempre tan criticado, constantemente en el foco, ya causó muy buena impresión en el Dauphiné, con la etapa de Valverde y el buen papel de López en la general. Tras esta victoria, sin duda, llegará al Tour lleno de confianza.
El día podría haber sido aún más glorias para el Movistar si el valiente ataque de Iván García Cortina en la Vuelta a Suiza hubiera culminado con éxito. Después de que fueron neutralizados los fugados del día (Rémy Rochas, Mathias Frank, Ben King y Claudio Imhof) y después también de un nuevo ataque de Van der Poel, seguido por Alaphilippe, Carapaz, Fraile y Woods, entre otros, y de otra intentona del campeón del mundo, quien saltó en solitario fue el asturiano del Movistar. Fortísimo, decidido, con el gran estado de forma que no pudo exhibir en la temporada de clásicas.
Restaban 9,5 kilómetros para la meta cuando el guaje lanzó su ataque. A por todas. Sin mirar atrás. Enorme. Llegó a tener cerca de medio minuto de renta, pero por detrás el grupo no paró en ningún momento. La distancia era demasiado pequeña y había demasiados intereses como para que no se volcaran en la caza. Lo hicieron, claro, y la aventura de Cortina no llegó a buen puerto, impidiendo el doblete en el día del Movistar. Quien sí sumó un doblete de etapas en la ronda helvética fue Mathieu Van der Poel, nuevamente el más fuerte, muy superior a sus adversarios, y nuevo líder de la carrera, con un segundo de ventaja sobre Alaphilippe. Hasta ahora, la Vuelta a Suiza está siendo una especie de concatenación de clásicas, es decir, una maravilla.
Comentarios