Entramos en la semana de la Vuelta, que echará a rodar el próximo sábado desde Burgos, con Primoz Roglic (campeón olímpico contrarreloj), Egan Bernal (ganador de la presente edición del Giro), Richard Carapaz (campeón olímpico en línea) y Mikel Landa (que viene de ganar la Vuelta a Burgos) entre sus participantes. Antes de entrar de lleno en modo Vuelta, hoy es momento de comentar uno de los muchos fichajes de cara a la próxima temporada que ya se van haciendo oficiales, el de Marc Soler por el UAE, el equipo de Tadej Pogacar.
Soler, ganador del Tour del Porvernir de 2015, se marcha del Movistar tras haber logrado victorias de nivel, como la París-Niza de 2018 o la etapa de la Vuelta a España que ganó el año pasado, pero con una cierta sensación de decepción generalizada por no haber terminado de romper ni de mostrar todo lo que se esperaba de él. De entrada, parece claro que a Soler le vendrá bien el fichaje por UAE. Cambiará de aires, lo cual suele aportar un plus de motivación. Soler no ha conocido otro equipo como profesional distinto al Movistar y seguro que le aportará conocer otras formas de hacer las cosas. Abandonar las rutinas y experimentar es algo generalmente positivo. La carrera de Soler, de 27 años, necesitaba un revulsivo. Este fichaje puede serlo.
Que Soler es un ciclista de gran calidad, ofensivo y con cualidades enormes para brillar en carreras de una semana y en la búsqueda de triunfos parciales en las grandes vueltas es algo, creo, que está fuera de toda duda. En Movistar ha tenido una cierta presión, que también él mismo se ha puesto, por ser un corredores de grandes vueltas. No ha triunfado en ese objetivo. Este año, cuando tuvo su gran oportunidad de ser líder en solitario del equipo telefónico en una carrera de tres semanas, en el Giro, la mala suerte de cruzó en su camino. En todo caso, quienes vemos en Soler a un corredor atacante, no a un ciclista para la general de las grandes vueltas, pensamos que su llegada al UAE puede ser un importante paso adelante.
Soler formará parte a buen seguro de la escuadra de Pogacar en el Tour. Es un ciclista de garantías para escoltar al dos veces ganador de la carrera en las jornadas de montaña, pero es de esperar que cuente también con sus opciones de lucimiento personal. Mucha gente, empezando por el propio Soler, tiene la sensación de que el ciclista catalán no ha enseñado todo de lo que es capaz estos últimos años. A veces ha sido él su peor enemigo; otras, esa obsesión con la general, como si fuera menos meritorio buscar triunfos de etapas y correr de otra manera. El UAE, donde además coincidirá con Juan Ayuso, es una magnífica oportunidad para que Soler dé ese paso adelante. Priorizará su labor de equipo en pos de Pogacar, naturalmente, pero la temporada es muy larga y tendrá ocasiones de buscar sus momentos de gloria. Aunque vivimos un tiempo en el que varios ciclistas de insultante juventud dominan el panorama internacional, es importante recordar que Soler tiene sólo 27 años. Su carrera aún tiene muchas páginas pendientes de ser escritas.
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