Roglic arrasa en su tercera Vuelta


La majestuosa e imponente Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela ha acogido la celebración de la tercera Vuelta consecutiva de Primoz Roglic. El ciclista esloveno, que también ha ganado la contrarreloj final, su cuarta victoria parcial en esta edición, ha demostrado nuevamente que es el patrón de la prueba. Otro año más, Roglic acudió a la Vuelta por accidente, esta vez, después de una caída que le alejó del Tour demasiado pronto. El corredor del Jumbo-Visma se recompuso a tiempo para proclamarse campeón olímpico contrarreloj y para acudir a la Vuelta y ganarla, cumpliendo la tradición. 


Roglic es uno de los mejores corredores del mundo y todo análisis crítico con sus rivales haría mal en obviar este detalle. Es un ciclista soberbio, inalcanzable, y con un dominio abrumador en la contrarreloj, además, lo que aumentaba aún más la distancia real ya de por sí extensa que sacaba a sus adversarios. Ha hecho un carrerón y ha conseguido igualar a Tony Rominger, que también logró ganar tres ediciones seguidas de la Vuelta, y a Alberto Contador. Está a un triunfo de igualar a Roberto Heras como el ciclista con más victorias en esta carrera. Si ganara el próximo año sería el único en ganar cuatro ediciones consecutivas. Lo dicho, impecable Roglic, imposible no admirarlo. 


Hoy ha hecho mejor tiempo en la crono que Magnus Cort Nielsen, otro de los nombres propios de esta Vuelta, ganador de tres etapas y que hoy ha sido el primero de los mortales, el primero después del inalcanzable Roglic. Además, ha sido reconocido como el ciclista más combativo, así que al menos el corredor danés sí subió al podio.


En la primera Vuelta que ganó, Roglic estaba muy serio, taciturno, muy callado en las ruedas de prensa. Se ha ido soltando y esta tercera la ha disfrutado mucho más. Se le ha visto reír mucho. Hoy ha estado muy feliz tras cruzar la meta, se ha vestido d peregrino y no ha dejado de sonreír en todo momento. Se ha emocionado con el himno esloveno interpretado con gaitas. Ha subido al podio a su hijo. Ha festejado el triunfo con todos sus compañeros. Su carrera, plagada de contratiempos, es admirable. Son precisamente esos obstáculos los que engrandecen aún más lo que ha hecho este corredor que empezó en esto del ciclismo tarde, porque venía de competir como saltador de esquí. Cuesta no alegrarse por sus logros, entre otras cosas, por su grandeza para levantarse de sus contratiempos. 





Enric Mas, segundo en la general, fue doblado por Roglic en la crono de hoy justo antes de cruzar la línea de meta.  Esa imagen es muy reveladora. Deja clara la distancia enorme de Roglic sobre su máximo rival en esta Vuelta. No hay más. Soñar con que Mas pudiera derrocar al esloveno era muy poco realista. Esa es la verdad. Un tal Egan Bernal, que venía de ganar el Giro, no ha entrado ni siquiera en el podio de la carrera, aunque ha sido uno de los grandes animadores de la prueba, un campeón que lo ha dado todo. El nivel de esta Vuelta, en fin, ha sido enorme y sería muy injusto no valorar el segundo puesto de Enric Mas como merece. Se le podían pedir desde el sofá de casa tantos ataques como quisiéramos, pero la realidad es que ha perdido ante uno de los mejores corredores del mundo y ha quedado por delante de todos los demás aspirantes a ganar esta carrera, incluidos ciclistas de un nivel descomunal. Además, venía del Tour, que disputó a tope hasta el final, a diferencia de Roglic. Tiene un mérito enorme. Puede no ser un ciclista muy carismático, podríamos esperar más ataques de videojuego por su parte, pero no me parece justo menospreciar esta segunda plaza del podio. Ha hecho una Vuelta excepcional, que no debería quedar deslucida por el culebrón del abandono de Miguel Ángel López ayer. 


Jack Haig ha logrado mantener el tercer puesto del podio, que amenazaba Adam Yates. El corredor británico del Ineos salió a tope y llegó a meterle medio minuto al australiano del Bahrein-Victorious, pero Haig gestionó mejor sus fuerzas a lo largo del recorrido y salvó sin apuros su posición en el podio. Es más, marcó mejor tiempo que Yates. Un tercer puesto que supone el premio más que merecido a la excelente Vuelta que ha hecho su equipo, que ha situado también a Gino Mäder como quinto clasificado, el mejor joven. Todo ello, con Mikel Landa fuera de la lucha por la general, que la abandonó antes de su final. Una Vuelta más que meritoria, sobre todo, porque ha sido el equipo que más lo probó y que valiente se mostró en las jornadas montañosas.




Mañana resumiremos con más detalle lo que ha dado de sí esta carrera, en la que Michael Storer se ha llegado la clasificación de la montaña, Mäder ha sido el mejor joven y Fabio Jakobsen, líder de la regularidad. David De la Cruz ha terminado séptimo en la general, tras una muy buena contrarreloj. Eso sí, el ciclismo español ha terminado sin ninguna victoria de etapa en la Vuelta y en ninguna de las otras dos grandes vueltas de la temporada, algo que no había pasado en la historia de este deporte. 


Mañana, lo dicho, hablaremos de los protagonistas de esta Vuelta, que ha tenido entre sus nombres propios a Fabio Aru, homenajeado hoy en Santiago, que hay colgado la bicicleta en una carrera en la que tanto ha brillado. Como dice la canción, ojalá que le vaya bonito. 

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