21 ciclistas de 2021 (XI): Mathieu Van der Poel

 

Naturalmente, Mathieu Van der Poel no podía faltar en esta lista. Muchos de los mejores momentos de esta temporada están protagonizados por él. Junto a Wout Van Aert, con quien tiene desde juveniles una rivalidad que los hace mejores a ambos, forma parte del selecto grupo de ciclistas que están cambiando, para bien, las reglas del juego en este deporte. Por su ambición, por su enorme polivalencia, al compaginar varias disciplinas, por su clase y porque concibe el ciclismo de una forma espectacular que entretiene al espectador cada vez que se pone un dorsal.


Si nos ceñimos al ciclismo en ruta, que es en el que se centra este blog, Van der Poel ha sumado ocho victorias este año. Son una etapa del UAE Tour, la Strade Bianche, dos etapas de la Tirreno-Adriático, otras dos de la Vuelta a Suiza, una etapa del Tour de Francia y la Antwerp Port Epic. Además, ha sido protagonista de otras de las mejores carreras del año, como la París-Roubaix, que finalmente ganó Sonny Colbrelli.

Dos de esas victorias tienen un valor especial, la de la Strade Bianche, el sexto monumento, la clásica italiana que ha conseguido en pocos años ser una de las pruebas de referencia del calendario, y la etapa que ganó el Tour, en realidad, toda la primera semana de Tour que nos regaló, antes de abandonar para prepararse para los Juegos Olímpicos, donde no le acompañó la suerte.

La clásica de las carreteras blancas de este año fue la mejor demostración del portentoso espectáculo que nos regala el ciclismo moderno, con el campeón del mundo (Alaphilippe), los dos últimos ganadores del Tour (Bernal y Pogacar) y los mejores clasicómanos del mundo (el propio Van der Poel, Van Aert, Pidcock) batiéndose en duelo. A 12 kilómetros del final seleccionó el grupo Van der Poel, al que sólo pudieron seguir Alaphilippe y Bernal. El ciclista neerlandés remató la jugada con un nuevo demarraje en el muro de Via Santa Caterina, donde se quedó solo.

En el Tour también nos regaló grandes momentos Van der Poel, quien tenía una motivación especial, intentar vestirse de líder, algo que nunca logró su abuelo, el fallecido Raymond Poulidor. El Alpecin de Van der Poel empezó el Tour enfundado en un maillot conmemorativo, que recreaba los colores el clásico maillot de su abuelo. Pero ese primer día no pudo ser, porque Alaphilippe fue el mejor. El homenaje de Van der Poel a su abuelo llegó en la segunda etapa, con doble paso por el Muro de Bretaña y doble ataque del ciclista neerlandés, que triunfó a la segunda para lograr una victoria maravillosa, quizá la más especial de su carrera. No contento con eso, Van der Poel siguió animando el Tour, lanzando un ataque desde lejos de la mano de Van Aert en una de las etapas más impresionantes que se recuerdan de la carrera francesa. La victoria parcial fue para Matej Mohoric, y esa jornada fue la despedida triunfal de Van der Poel de la carrera, antes de retirarse para viajar a Tokio. Una despedida por todo lo alto, un año soberbio.

Mañana, Demi Vollering.

Comentarios