Julian Alaphilippe es de esos ciclistas con una insaciable sed de victorias, que siempre corre al ataque. Por eso resultaba extraño que el campeón del mundo no hubiera alzado aún los brazos este año, ya con el mes de abril empezado. El ciclista francés del Quick Step ha inaugurado su palmarés del 2022 hoy al ganar la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco, la primera en línea tras el portentoso duelo de ayer entre Primoz Roglic y Remco Evenepoel en la contrarreloj de Hondarribia.
La dureza del recorrido de la Itzulia, sin demasiadas oportunidades claras para los velocistas, ha hecho que este año la presencia de sprinters en la ronda vasca sea reducida. Alaphilippe, inmenso, ha sacado partida de ello lanzando un ataque en la línea de meta, después de que Ibon Ruiz (Kern Pharma) fuera alcanzado por el pelotón a falta de apenas 500 metros del final. Alaphilippe no ha tenido rival en el sprint y ha vencido por delante de Fabien Doubey (TotalEnergies) y de Quinten Hermans (Intermarché-Wanty).
El hecho de que no ningún gran velocista puro que partiera como favorito en la etapa de hoy permitió que el pelotón dejara hacer a los fugados. Además de Ruiz, que ha llegado a soñar con la victoria, formaron parte de la fuga Julen Amezqueta (Caja Rural-Seguros RGA), Ander Okamika (Burgos BH) e Ibai Azurmendi (Euskaltel-Euskadi). Ellos, dos vascos y dos navarros, han sido los grandes protagonistas del día hasta que Alaphilippe impuso su ley. Llegaron a los 15 kilómetros finales con dos minutos de ventaja, por lo que parecía por momentos que serían capaces de sorprender al pelotón. Por la mínima, su sueño quedó frustrado en la línea de meta de Viana.
Mañana, tercera etapa, con final en Amurrio. Los kilómetros finales apenas tienen un metro llano.
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