La primavera ciclista sigue avanzando a ritmo de clásicas, de cotas y tramos empedrados. A la espera de la París-Roubaix este próximo fin de semana, hoy ha sido el turno de la Flecha Brabanzona. La carrera ha vuelto a demostrar que las clásicas son, por encima de todo, una prueba de eliminación. En la carrera femenina, quien mejor ha afrontado los obstáculos del recorrido y también quien mejor ha leído la prueba ha sido Demi Vollering, que estrena su palmarés esta temporada, mientras que en la prueba masculina, disputada después, el triunfo ha sido para Magnus Sheffield, que a sus 19 años suma ya su segunda victoria como corredor profesional.
Vamos por partes. En la prueba femenina se han sucedido los ataques casi desde la salida. Lo probaron Anna Christian y Amber Kraak, en solitario. Más adelante se produjo un corte importante con Manly, Niewiadoma, Vollering, Fisher-Black, Reusser, Guazzini, Labous, Adegeest y Valcar. Parecía que podrían abrir camino, pero fueron cazadas a 37 kilómetros del final. Vollering supo estar ahí, como estuvo hasta el final, en el momento justo. A 30 de meta lo probó Mavi García y luego aceleró Niewiadoma, en su caso, con un ataque mucho más sostenido. Vollering y Rooijakkers aprovecharon un pequeño parón para abrir hueco. Labous partió en solitario en su persecución. Tras ella se fue Labecky.
Comenzó entonces una persecución muy atractiva y ajustada, aunque Vollering lo llevó todo controlado. La ciclista neerlandesa del SD Workx, que estrena su palmarés de este año, se fue hacia adelante en solitario a diez de meta, en la última cota, y llegó con tiempo de sobra para celebrar su victoria. El segundo puesto fue para Niewiadoma y el tercero para Lippert.
En la prueba masculina, la fuga inicial estuvo formada por Robeet, Van Poucke y Okamika. El ciclista español del Burgos-BH perdió contacto con sus dos compañeros de fuga a 80 kilómetros del final. Desde muy lejos de meta empezó la batalla entre los favoritos a la victoria, con Remco Evenepoel, siempre valiente, muy activo, incluso un tanto nervioso. De hecho, los comisarios le advirtieron por un gesto feo que hizo a Ben Turner, al que tocó en el codo de mala manera.
A 63 kilómetros Ayuso aceleró el grupo en pos de Trentin, el líder del UAE en la carrera. Está bien que el joven corredor español también haga estas labores de equipo. Justo después atacó Alaphilippe, aunque no abrió hueco. A 53 se fue en solitario hacia adelante Turner. Arrancó tras él Evenepoel. Tras una gran batalla, se formó el corte definitivo, con Evenepoel, Sheffield, Turner, Pidcock, Cosnefroy, Campenaerts, Wellens, Barguil, Stannard y Teuns. Este último sufrió un pinchazo que le hizo perder contacto con el grupo.
La situación era inmejorable para el Ineos, con tres corredores (Sheffield, Turner y Pidcock). Evenepoel, Barguil y Campenaerts sufrieron en una cota y se quedaron atrás, pero volvieron a integrarse en el grupo y Evenepoel atacó a 32 kilómetros de la meta. Esto volvió a repetirte más adelante. El belga sufrió de nuevo a 15 kilómetros del final, pero volvió a entrar en el grupo delantero. Sheffield buscó sacar partido de la superioridad numérica del Ineos y atacó a tres kilometros de meta. Fue un movimiento de manual. Logró la victoria en solitario, la segunda que logra como profesional este prometedor corredor estadounidense de 19 años, tras la etapa que ganó en la Vuelta a Andalucía.
Segundo fue Cosnefroy y tercero Wellens. En el sprint por el segundo puesto, Evenepoel se quejó de forma ostensible, porque se vio cerrado.
Lamentablemente, otra de las imágenes del día fue una caída en la que Julian Alaphilippe se fue al suelo, junto a otros corredores, nada más cruzar la línea de meta para empezar la última vuelta. Fue un efecto dominó por culpa de un coche de equipo, precisamente del Quick-Step, que sin querer desestabilizó a un corredor y provocó esta pequeña montonera. Ojalá los daños de la caída sean menores y no impidan al campeón del mundo ni al resto de implicados seguir con su calendario tal y como estaba previsto.
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