Démare manda en Messina




Que la quinta etapa del Giro iba a terminar al sprint estaba cantado, pero la presencia de un puerto de segunda categoría a mitad de recorrido, la Portella Mandrazzi, abría más el abanico de opciones. De entrada, se lo ponía difícil a los velocistas que peor lo pasan cuesta arriba. Así que hoy  ha sido una etapa que se ha resuelto con una llegada masiva, sí, pero no tan masiva ni tan predecible como para otras, ya que varios de los hombres rápidos perdieron contacto con el gran grupo en esa ascensión. 


El día empezó con un radiante Juanpe López, feliz con su maglia rosa de líder del Giro. El ciclista español del Trek, de 24 años, tiene opciones claras de conservar el primer puesto de la carrera unos cuantos días más, hasta el fin de semana. El tiempo dirá. En todo caso, cada día que pase con la maglia rosa en su poder será un motivo de alegría para el joven corredor sevillano y para los aficionados españoles, por supuesto. 


En cuanto a la lucha por la etapa, el día empezó como suelen comenzar estas jornadas, es decir, con una fuga a la que el pelotón deja hacer. Jaako Hanninen (Ag2r), Alessandro Tonelli (Bardiani) Mattias Bais (Androni), Filippo Tagliani (Androni) y Mirco Maestri (Eolo). Sin embargo, la cercanía de la Portella Mandrazzi provocó que la ventaja de los escapados se redujera muy rápido. Sobre todo, desde que el Alpecin-Fenix se puso a endurecer el ritmo del gran grupo para eliminar a posibles aspirantes a la victoria de etapa. El equipo de Mathieu Van der Poel lo logró, ya que se descolgaron del pelotón Caleb Ewan, Mark Cavendish y Arnaud Démare, entre otros.


El ciclista francés del Groupama-FDJ, sin embargo, supo sufrir y, bien arropado por sus coequipiers, logró reintegrarse en el pelotón, lo que lo convertía en uno de los máximos aspirantes a la victoria parcial, con varios rivales de entidades descartados. Dicho y hecho, Démare se impuso en meta tras una volata un tanto caótica por delante de Fernando Gaviria y de Giacomo Nizzolo. Es la sexta victoria de etapa de Démare en el Giro y la primera que logra esta temporada. 


Por cierto, Vincenzo Nibali, que llegaba hoy a su ciudad natal, a Messina, ha declarado a la RAI que éste será su último Giro y que piensa colgar la bicicleta al final de este año. Así que 2022 será el año del adiós de Nibali y de Alejandro Valverde, dos leyendas vivas de este deporte. 




Esta tarde el gran pelotón viajará desde Sicilia hasta la península itálica y mañana se disputará la sexta etapa de la corsa rosa, nuevamente propicia para el sprint. 

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