Concluyó el viaje de tres días por Países Bajos con el que ha comenzado la edición de este año de la Vuelta a España. No serán recordadas como las etapas más emocionantes de la carrera, pero al menos sí han permitido a los equipos invitados y algunos sospechosos habituales mostrarse en la escapada y hacer trabajar a los equipos de los velocistas. La Vuelta ha sacado músculo estos días, se ha dado un baño de masas en tierras neerlandesas. Es algo que, más allá del impulso económico que también suponen estos viajes al extranjero, juega en favor de la imagen de la carrera. Eso sí, al final de la etapa Valverde se ha mostrado muy crítico con el recorrido de estas etapas.
Hoy, final en Breda. De nuevo, etapa fundamentalmente llana destinada a resolverse al sprint. Otra vez más, guión idéntico al que se esperaba, el habitual en este tipo de etapas. Primero, una escapada, esta vez numerosa, de siete ciclistas, formada por Mikel Iturria, José Herrada, Julius van ser Berg, Jan Bakelants, Thomas De Gent, Ander Okamika y Pau Miquel Delgado. Los equipos de los hombres rápidos mantuvieron en todo momento la fuga bajo control y la echaron abajo cuando les convino para preparar el sprint.
Un día más, alguna que otra caída. Esta vez se vieron afectados Richard Carapaz y Carlos Rodríguez, aunque los dos ciclistas del Ineos pudieron reintegrarse en el pelotón sin aparentes problemas. En la volata final, igual que el día precedente, Sam Bennett, que hasta ahora sólo llegaba una victoria esta temporada, ha sido el más rápido y se ha impuesto por delante de Mads Pedersen. El día deja también un nuevo cambio de líder, aunque el maillot rojo sigue en el Jumbo-Visma, gracias a su clara victoria en la contrarreloj por equipos del viernes. Quien partirá como líder el martes desde Vitoria (mañana será día de descanso/traslado) será Edoardo Affini.
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