Día redondo para Primoz Roglic, que ha ganado hoy la cuarta etapa de la Vuelta con final en Laguardia, se ha puesto líder y además diez segundos de bonificación en meta y tres en el Puerto de Herrera, que estaba bonificado. El corredor esloveno, que se crece en la Vuelta, carrera que lleva tres años seguidos ganando, ha vencido por delante de Mads Pedersen y de un gran Enric Mas, a quien el tercer puesto de hoy debería infundirle ánimos para lo que queda de carrera, que es todo. Sería una gran noticia para la prueba que el ciclista del Movistar vuelva a encontrar las mejores sensaciones, después de su penar en el Tour.
El maillot de líder de la Vuelta a España es rojo, pero el color de estos primeros días de competición es sin duda el naranja. Del naranja de los Países Bajos al naranja de la afición hasta en honor al Euskaltel-Euskadi. Tras la jornada de descanso de ayer, la carrera ha vuelto a echar hoy a rodar por territorio de Euskadi, donde el ciclismo también es una religión, igual que en el país del que tomó la salida la edición de este año. Eso sí, el recorrido de esas tres etapas iniciales por tierras neerlandesas no tiene nada que ver con el de hoy, jornada rompepiernas, lo que ha permitido ver un mayor espectáculo.
La escapada del día la protagonizaron Shaw (EF), Okamika (Burgos BH), Drizners (Lotto Soudal), Bou (Euskaltel-Euskadi), Lutsenko (Astana) y De Marchi (Israel). Bou se convierte en el nuevo líder de la montaña, lo que ha garantizado el protagonismo y la presencia en el podio de hoy de su equipo, que corre en casa ante el calor y la entrega de la afición vasca.
El Bora de Sergio Higuita y de Sam Bennett, ganador de los dos sprints de lo que va de Vuelta, ha tirado durante casi todo el día, con la intención de ganar el sprint intermedio, dado que el ciclista neerlandés no tendría opciones reales de ganar la etapa hoy. Al final sólo pudo ser quinto y llevarse diez puntos para la clasificación de la regularidad, ya que quedaban por delante tres miembros de la escapada (Shaw, De Marchi y Lutsenko) y Mads Pedersen le ganó el sprint del grupo. También ha aparecido por cabeza del pelotón el Quick Step de Alaphilippe, a quien esperábamos hoy y al que vimos, aunque no en el desenlace, donde no tuvo opciones.
Una vez se produjo la neutralización hubo un cierto parón, un cierto vacío de poder. El Trek asumió el mando de la carrera en el comienzo de la subida al Puerto de Herrera, donde se quedó descolgado el líder, Oomen. Pasaron apuros desde el comienzo del puerto Juan Ayuso e Higuita, siempre a cola de pelotón. Sólo la falta de ataques u de un ritmo fuerte en el grupo permitió a ambos no descolgarse. Alaphilippe aceleró en la parte final del puerto y saltó rápidamente tras él Roglic, que pasó primero por la cima y se llevó tres segundos de bonificación, pero no abrieron hueco. Evenepoel, compañero del campeón del mundo en el Quick Step, aceleró mucho el ritmo en el descenso. Antes de la meta hubo algún que otro intento de ataque, pero sin éxito.
En el final, cuesta arriba, marca de la casa de la Vuelta, Roglic no ha dado opción a sus rivales. Han entrado en el mismo tiempo que él, entre otros, Mas, O’Connor, Evenepoel, Hindley y Geoghegan Hart, mientras que cedieron siete segundos Carapaz, Yates, Pozzovivo, Chaves, Higuita, Carlos Rodríguez, Landa y Almeida, entre otros.
Así las cosas, Roglic saca ahora 13 segundos en la general a su completo de equipo Kuus, 26 segundos a Hayter, Sivakov y Geoghegan Hart (los tres de Ineos), 27 segundos a Evenepoel, 33 segundos a Carapaz y a Rodríguez y ya 51 segundos a Yates.
Mañana, nueva etapa por tierras vascas entre Irún y Bilbao, con un final atractivo, incluida una doble ascensión al Alto del Vivero.
Comentarios