Soler rompe la sequía y se exhibe en Bilbao



Dos años después de la última victoria de un ciclista español en una gran vuelta (121 etapas de sequía), Marc Soler ha logrado un triunfo soberbio y agónico en la quinta etapa de la Vuelta con final en Bilbao. Dónde si no, en Euskadi, paraíso ciclista, se ha vivido hoy una jornada sensacional en la que el ciclista catalán del UAE ha dado una auténtica exhibición. Ha sido un día sin batalla entre los hombres de la general, pero en la que la batalla por el triunfo parcial entre los miembros de la fuga ha compensando con creces la falta de movimiento entre los favoritos. Además, el día ha dejado un cambio de líder, ya que Rudy Molard, que era el escapado mejor clasificado en la general, vestirá a partir de mañana el maillot rojo de mejor clasificado, ya que el Jumbo-Visma ha preferido ceder el liderato para quitarse la presión que conlleva.


La Vuelta es la única de las tres grandes que no emite de forma íntegra todas las etapas, por lo que no se ha podido seguir en directo por televisión la batalla por la formación de la escapada, que ha sido descomunal, con una media de más de 50 kilómetros por hora en la primera hora de competición. Tras una gran batalla, la escapada se formó con Molard, Wright, Arndt, Craddock, Hänninen, Adrià, Pronskiy, Delaplace, Stewart, Masnada, Mühlberger, De Marchi, Langellotti, Johansen, Caicedo, Impey, Azurmendi y Malecki


Cuando la fuga ya estaba formada y contaba con dos minutos de ventaja, Marc Soler atacó en el primer puerto del día. Llegó a la altura del grupo delantero con enorme facilidad, demostrando una vez más su indudable talento. Como hay quien sólo valora la general, Soler es un ciclista que no ha terminado de ser entendido ni valorado en España, cuando es un corredor sensacional, cazador de etapas, con gran clase y talento y, además, con capacidad de trabajar para sus líderes. Hay vida más allá de la general. Soler, que tuvo que abandonar el Tour por culpa de un problema intestinal, ha gozado hoy de libertad y la ha aprovechado a lo campeón. 


No ha sido una victoria fácil para Soler, ninguna lo es. Stewart soltó a sus compañeros de fuga y comenzó la segunda ascensión al Vivero con medio minuto de ventaja. Adrià saltó a por él, aunque no logró recortar distancias. Soler atacó después y él sí alcanzó a Stewart, primero, y se fue luego en solitario hacia adelante a falta de 15 kilómetros para el final y un kilómetro ya sólo de puerto. El corredor del UAE no llegó a tener más de 15 segundos de ventaja respecto a sus perseguidores, pero supo sufrir y gestionar esa ventaja hasta el final para imponerse en Bilbao, donde el público acudió en masa a la meta, como también sucedió en el Alto del Vivero. 


Es un triunfo que rompe la sequía del ciclismo español, la sexta victoria de Soler como profesional. Ganador del Tour del Porvenir en 2015, ya digo, se le exigió sí o sí ser un hombre de las generales de las grandes vueltas. Él mismo se puso esa presión. Sin embargo, su perfil es más bien el de un corredor de equipo con enorme clase que puede buscar sus oportunidades de victoria. Sube como pocos y tiene instinto y mucho olfato. Su triunfo de hoy, el segundo en la Vuelta tras el que logró con Movistar hace dos años, confirma a Soler como lo que siempre ha sido, un gran corredor con mucho que decir, que además seguro que trabajará para su líder, Joâo Almeida, en lo que queda de Vuelta con la misma entrega y profesionalidad con la que lo hizo para Tadej Pogacar en el Tour.


Víctor Langelotti, del Burgos BH, se ha puesto líder de la clasificación de la montaña. 




Gracias a los segundos bonificados en el sprint intermedio, Rudy Molard se pone líder de la carrera con dos segundos de ventaja sobre Fred Wright. También se cuelan arriba en la general otros dos corredores de la fuga: Arndt, que pasa a ser tercero a 1:09, y Craddock, cuarto a 2:27. Ahora Primoz Roglic es quinto en la general a 4:09 del ciclista francés del Groupama-FDJ, quien tiene, en principio, suficiente ventaja como conservar el maillot rojo unos cuantos días si logra superar la etapa de mañana, porque mañana hay más montaña. 




El final en Pico Jano, de primera categoría, marcará la etapa de mañana, por cuyo perfil parece más probable que la victoria parcial se la jueguen los hombres de la general. 

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