“Uno de mis días más difíciles encima de una bicicleta”. Así ha resumidos la décima etapa del Giro el vencedor del día, Magnus Cort Nielsen, y seguro que muchos otros corredores suscribirán sus palabras. Una jornada de pura supervivencia, bajo la lluvia, con los ciclistas empañados y extenuados. Una jornada también aciaga para la corsa rosa que aún no se ha repuesto de la retirada de Remco Evenepoel por culpa del Covid-19 y que hoy ha tenido que lamentar otro buen puñado de bajas, muchas de ellas, también por el coronavirus.
Geraint Thomas, en efecto, tomó la salida con la maglia rosa por la retirada de Evenepoel, que todavía da que hablar. El médico de su equipo, el Soudal-Quick Step, ha lamentado la laxitud del Giro con este asunto y la falta de un protocolo, mientras que otras voces siguen mostrando perplejidad por el hecho de que, al parecer, para muchos equipos un positivo por Covid, más allá de los síntomas, conduce directamente a la retirada del corredor.
El caso es que hoy otros cinco corredores no han tomado la salida por culpa del virus: Domenico Pozzovivo, Rigoberto Urán, Sven Erik Bustrøm y Callum Scotson. Además, tampoco salieron, aunque en principio por causas distintas al Covid, Rein Taaramae, Stefan Küng, Mads Würtz Schmidt, Oscar Riesebeek y Erik Fetter. Por si fueran pocas bajas, Alekxandr Vlasov, que sí ha tomado la salida, ha tenido que echar pie a tierra al encontrarse mal de salud. Para redondear las malas noticias hoy también se ha conocido que, como consecuencia de la nieve, el Giro tendrá que recortar el recorrido de la etapa 13 y no podrá subir el Paso del Gran San Bernardo, que era la Cima Coppi de esta edición. Lo dicho, un día aciago.
La escapada del día la han formado Alessandro De Marchi, Derek Gee, Davide Bais y Magnus Cort Nielsen. Este último no entró en la escapada de primeras y tuvo que esforzarse por alcanzar al resto de fugados. Luego se quedó sin radio del equipo, que dejó de funcionar por la lluvia. El danés venció a todos los obstáculos y se impuso en meta a sus compañeros de escapada, lo que le permite tener ya victorias en las tres grandes vueltas. Atrás hubo más incidentes, caídas y ataques, todo ello bajo una intensa lluvia. En una de esas caídas se vio envuelto Fernando Gaviria, para el que había trabajado Movistar. En fin, un día loco con un vencedor sólido.
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