A veces el ciclismo es cruel, como la vida misma. La sexta etapa del Giro nos ha ofrecido una imagen de esas que dan un poco de pena a cualquiera. Dos de los miembros de la escapada del día, dos veteranos con mucho oficio, Alessandro De Marchi (Jayco) y Simon Clarke (Israel), ambos de 36 años, han mantenido un precioso pulso con el pelotón hasta que faltaban poco más de 200 metros para el final. El italiano y el australiano llegaron a soñar con la victoria, pero al final el pelotón se les echó encima y el triunfo fue para Mads Pedersen.
Por cierto, qué emocionante resulta que no haya un dominador absoluto de las volatas en las grandes vueltas. Lo habitual es que en las carreras de tres semanas haya un velocista que sea el amo y señor de las llegadas masivas, pero de momento en lo que llevamos de Giro ha habido cuatro sprints y cuatro vencedores distintos: Jonathan Milan, Michael Matthews, Kaden Groves y, hoy, Mads Pedersen. El corredor danés del Trek ha sido el mejor de una volata que lanzó, como siempre, desde muy lejos y con una potencia descomunal, Fernando Gaviria. Por momentos parecía que el ciclista colombiano del Movistar iba a ser capaz de alzar los brazos pero le sobraron unos pocos metros, suficientes para que Pedersen sumara su tercera victoria del año tras la etapa que ganó en la Estrella de Bessèges y en la París-Niza.
La etapa etapa, desde luego, ha sido mucho más emocionante de lo que se esperaba gracias a ese pulso fantástico de Clarke y De Marchi, que dieron los ciclistas de la fuga que llegaron más lejos tras dejar atrás a Francesco Gavazzi (Eolo Kometa), Alessandro De Marchi (Jayco), Alexandre Delettre (Cofidis), Charlie Quarterman (Corratec) y Simon Clarke (Israel), sus compañeros de fuga. Quien nunca llegó a entrar en el grupo delantero fue Alessandro Verre (Arkea), que luchó durante unos cuantos kilómetros para unirse a ellos. Por cierto, Pedersen ha tenido unas palabras muy amables de reconocimiento a los fugados. Ha dicho que se alegra mucho de la victoria, por supuesto, pero que también le da pena por Clarke y De Marchi.
Además de la aventura de los dos viejos rockeros de la fuga y del gran sprint que ha ganado Pedersen, el día ha tenido otros protagonistas como el primer caso de Covid del Giro este año, Clément Russo, del Arkea, que no tomó la salida. O los muchos pinchazos antes de la salida oficial. También hubo una caída casi nada más empezar en la que se vieron envueltos Gaviria y Milan, entre otros, afortunadamente, sin grandes consecuencias. Parece que Remco Evenepoel se va recuperando de las heridas de sus caídas de ayer. Y, por cierto, otro protagonista destacado del día ha sido el espectacular paisaje de la cosa amalfitana por la que ha transcurrido hoy la carrera. El ciclismo siempre tiene mucho de promoción turística y después de la etapa de hoy no me extrañaría que se dispararan las reservas turísticas para ese paraíso.
La general sigue sin cambios es decir, con Andreas Leknessund como líder. No lo tendrá fácil para conservar la maglia rosa en la muy exigente subida final de mañana al Gran Sasso.
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