Hoy sí. Después de la decepcionante falta de movimientos de los favoritos en la jornada de ayer, hoy sí hemos visto batalla entre los ciclistas que aspiran a ganar el Giro de Italia. La etapa, que empezó con la retirada de Filippo Ganna por culpa del Covid, terminó con una educación extraordinaria de Ben Healy, ganador de la etapa en solitario, y con un valiente ataque de Primoz Roglic que sólo pudieron seguir Geraint Thomas y Tao Geoghegan Hart, los dos líderes del Ineos, y que mostró la debilidad hoy de Remco Evenepoel. En meta Roglic y los Ineos sólo arañaron 14 segundos, prácticamente nada, y Evenepoel tiene mañana una contrarreloj más que propicia para sus intereses, pero la etapa de hoy ha mostrado por primera vez al campeón del mundo sufriendo ante el primer ataque de Roglic.
Faltaban cinco kilómetros para la meta cuando Roglic decidió atacar. Se vio entonces que Evenepoel no pudo seguir el ritmo del esloveno. Sufrió el corredor belga, mientras que Roglic se abría paso. Tras él se fueron los dos líderes del Ineos, Thomas y Geoghegan Hart, con lo que confirman que el Ineos cuenta con dos bazas serias en la corsa rosa, algo que puede resultar decisivo. Tampoco Joâo Almeida, que siempre va de menos a más en este tipo de subidas, fue capaz de entrar en el corte de Roglic. El ciclista del Jumbo-Visma impuso un ritmo impresionante, sin pedir relevos a los corredores del Ineos, sólo mirando hacia adelante para intentar sacar el máximo tiempo posible. Al final, ya digo, fueron apenas 14 segundos, una renta mínima, sí, pero que da un golpe anímico a Evenepoel. Roglic lanza un mensaje claro sobre sus intenciones de ganar este Giro.
Tras mostrarse hoy muy fuerte, Andreas Leknessund ha logrado conservar la maglia rosa de líder de la carrera. Aventaja en apenas ocho segundos a Remco Evenepoel. El belga sigue por delante de todos los demás aspirantes a ganar la carrera. Saca 30 segundos a Roglic, 32 segundos a Almeida, 44 segundos a Thomas y 48 segundos a Geoghegan Hart. Más lejos están ya Vlasov (a 1:18 de Evenepoel), Caruso (a 1:31) y Kämna (a 1:46).
Es decir, la pérdida de tiempo de hoy de Evenepoel es casi testimonial, anecdótica. Más aún teniendo en cuenta que en la contrarreloj de mañana puede volver a sacar tiempo a todos sus rivales. El tiempo perdido no importa prácticamente nada, pero sí la imagen mostrada y las dudas que genera el hecho de que no haya podido responder al primer ataque lanzado por su máximo rival en este Giro.
La lucha por la etapa apenas ha tenido emoción gracias al soberbio recital de Ben Healy. El joven ciclista del Education First, de apenas 22 años, viene de hacer una gran temporada de clásicas y con su exhibición de hoy se confirma como un ciclista muy a tener en cuenta para el futuro. Atacó a cerca de 50 kilómetros del final y no hizo más que aumentar su diferencia con el resto de componentes de la escapada. Junto a él formaron la fuga del día Valentin Paret-Peintre (Ag2r), Oscar Riesebeek (Alpecin-Deceuninck), Samuele Battistella (Astana), François Bidard (Cofidis), Mattia Bais (Eolo Kometa), Alessandro Tonelli (Green Project Bardiani), Derek Gee (Israel), Carlos Verona (Movistar), Warren Barguil (Arkea), Alessandro Iacchi (Corratec), Filippo Zana (Jayco) y Toms Skujins (Trek). Pero, ya digo, Healy no dio la mejor opción a ninguno de ellos. Extraordinario.
Mañana, contrarreloj individual de 35 kilómetros en la que la gran duda es si Evenepoel volverá a arrasar como en la crono inaugural o sus rivales podrán estar más cerca.
En la Itzulia femenina, Demi Vollering suma y sigue. Hoy ha ganado también la segunda etapa, esta vez, al imponerse con autoridad en el sprint de un grupo reducido de 12 corredoras que llegaron en cabeza a meta. La corredora neeerlandesa del SD Workx es más líder de la prueba vasca, que mañana disputa su última etapa.
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