Pogacar derrota a Vingegaard en el Galibier


En Momentos estelares de la humanidad, Stefan Zweig relata varios instantes fugaces y en apariencia intrascendentes cuando sucedían, pero que en realidad cambiaron el mundo. En la etapa de hoy del Tour ha habido tres escenas particularmente reveladoras, tres momentos estelares del primer gran día de la carrera francesa. Por orden cronológico inverso, uno de ellos ha sido que Tadej Pogacar, que marchaba en cabeza y tenía más que sentenciada la etapa, no ha levantado los brazos en señal de victoria hasta que cruzó la meta. No quería perder ni un segundo en celebraciones, así de exigente es el duelo que mantiene con Jonas Vingegaard, ganador de las dos últimas ediciones de la carrera. Cada segundo cuenta. No hay tiempo de celebrar. 

Otro de esos instantes estelares, claro, fue el momento justo en el que Pogacar reventó a Vingegaard. El instante justo en el que el corredor del Visma-Lease a Bike no pudo más. Después de un excelso trabajo del UAE para el esloveno, que dejó al danés sin compañeros y redujo el grupo de cabeza a apenas ocho componentes, de los que tres eran del equipo emiratí, Pogacar arrancó con fuerza cuando ya se acercaba la cima del Galibier. Un ataque de los suyos, muy poderoso, imposible de seguir para cualquier humano. Vingegaard respondió al demarraje. Pero se le veía al límite, muy forzado. Quedaban unos pocos cientos de metros para coronar, el campeón resistía como podía, pero cedió, no pudo más, Pogacar le abrió un hueco mínimo que después iría ampliando más y más en un descenso kamikaze. 

Un tercer momento estelar de la etapa de hoy, que nos dice mucho del poderío del UAE, ocurrió antes, cuando João Almeida estaba destrozando a todo el mundo en el grupo del líder. El portugués se giró y ostensiblemente pidió a su compañero Juan Ayuso que le diera un relevo. Porque el español se ha mostrado muy fuerte. Y estaba corriendo un poco como si fuera el líder de su equipo, tapadito en la parte trasera del grupo. Enseguida, en un instante, el español se puso al frente del grupo y, en efecto, trabajó para Pogacar. Pero parece claro que Ayuso no es ni está dispuesto a ser un gregario más del esloveno. Es una baza más que clara de podio. Hoy se le ha visto pletórico. Tampoco podemos olvidar que tiene. 21 años y no está acostumbrado a trabajar para otro líder. La recriminación de Almeida han sido muy llamativa, pero no es descartable que Ayuso simplemente tuviera un error involuntario en la colocación. 

La clave del día, en todo caso, ha sido esa descomunal fortaleza del UAE. Mano a mano, de poder a poder, a Pogacar le cuesta horrores vencer a Vingegaard. A Pogacar y a cualquier ser humano, porque el danés es prácticamente invencible en este tipo de escenarios. Pero el esloveno tiene un equipo extraordinario a su servicio y hoy lo ha puesto a trabajar a pleno rendimiento. Si alguien tiene alguna duda de que el ciclismo es un deporte de equipo, que revise la etapa de hoy. Es ciencia ficción preguntarnos qué habría pasado hoy si el UAE no hubiera mostrado semejante dominio, pero está claro que la victoria de Pogacar ante Vingegaard sólo ha podido llegar después de la derrota clara que el UAE ha infringido al Visma. Matteo Jorgenson fue el último compañero de Vingegaard en aguantar a su lado, pero nada pudo hacer por estar con él en los instantes decisivos. 

Junto a Pogacar y sus dos escuderos (Almeida, descomunal, y Ayuso, pensando en sus propias opciones), sólo resistieron en el grupo cabecero antes del ataque del esloveno Jonas Vingegaard (Visma), Remco Evenepoel y Mikel Landa -que confirma la evidencia de que logra muchos mejores resultados en las grandes vueltas cuando no es jefe de filas- (Soudal-Quick Step), Carlos Rodríguez (Ineos) y Primoz Roglic (Red Bull-Bora). Nadie más. Muy pronto se descolgó el líder, Richard Carapaz (EF). También perdieron contacto Enric Mas (Movistar) y  tantos otros aspirantes. La alta montaña, como el algodón en aquel anuncio de hace tantos años, no engaña. 

Pogacar apretó al máximo en el descenso y logró llegar a la meta con 35 segundos de ventaja sobre Evenepoel, Ayuso y Roglic, y 37 segundos sobre Vingegaard y Carlos Rodríguez. Ya a 53 segundos llegaron Landa y Almeida y mucho más lejos, a 2:41, Giulio Ciccone (Lidl-Trek), Santiago Buitrago (Bahrein), Felix Gall (Decathlon-Ag2r), Matteo Jorgenson (Visma), Egan Bernal (Ineos), Adam Yates (UAE) y Geraint Thomas (Ineos), ya en otra liga.  

Tras estas diferencias y la bonificación como ganador de etapa, Pogacar aventaja en 45 segundos en la general a Evenepoel, 50 segundos a Vingegaard, 1:10 a Juan Ayuso,  1:14 a Roglic, 1:16 a Carlos Rodríguez (fantástico hoy) y 1:32 a Mikel Landa y a João Almeida. Tres ciclistas del UAE entre los ocho primeros. Por supuesto, queda mucho Tour. Naturalmente, nada está sentenciado. Hoy Pogacar ha dado su primer aviso, su primer zarpazo, su primer paso adelante en su misión de recuperar el trono del Tour tres años después y en su legendario reto de convertirse en el primer ganador del Giro y el Tour la misma temporada desde que lo logró Marco Pantani en 1998.

Antes de que el recital del UAE hiciera saltar todo por los aires, las fugas marcaron el día. Hubo un primer intento serio en el que entraron el héroe del primer día, Frank Van Den Broek (DSM), Harold Tejada (Astana), Mads Pedersen (Lidl-Trek), Kevin Geniets (Groupama-FDJ),  Wout Poels (Bahrein) y Magnus Cort (Uno-X). Luego llegaron otros intentos hasta que se formó una fuga numerosa con Odd Chistian Eiking (Uno-X), Warren Barguil (DSM), Bruno Armirail (Decathlon- Ag2r), Julien Bernard (Lidl-Trek), Valentin Madouas (Groupama-FDJ), Tobias Halland Johannessen (Uno-X), Cristian Rodriguez (Arkea), Romain Gregoire (Groupama-FDJ), Kobe Goossens (Intermarché-Wanty),  Alexei Lutsenko (Astana), Stephen Williams (Israel), Mathieu Van Der Poel (Alpecin-Deceuninck), David Gaudu (Groupama-FDJ), Oier Lazkano (Movistar), Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies), Raúl García Pierna (Arkea) y Christopher Juul-Jensen (Jayco AlUla). El que más lejos llegó fue Lazkano, siempre combativo. 


Mañana, quinta etapa, con dos cotas de cuarta que no deberían impedir un nuevo sprint como el visto ayer. Nueva ocasión para Girmay de seguir haciendo historia, de Cavendish de superar la marca de triunfos de etapa de Eddy Merckx y del resto de velocistas como Gaviria o Philipsen de alzar los brazos. 

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