Turgis vence y Vingegaard resiste en un día memorable de ciclismo



Hoy en Francia se decide algo aún más importante que el Tour. A la espera de los resultado de la segunda vuelta de las elecciones legislativas más trascendentes en décadas en el país, el Tour, mucho más que una carrera ciclista, un símbolo nacional francés, quizá una de las pocas cosas que todavía une a los franceses más allá de ideologías, ha vivido una jornada extraordinaria de ciclismo

Casi cuando empezaba el control de formas se conocía el primer dato de participación de la jornada, el segundo se conoció a las cinco, en mitad del espectáculo sobre los caminos blancos en la mayor carrera del mundo, y los resultados se conocerán cuando los ciclistas lleguen a sus hoteles, más o menos. Por supuesto, ninguna prueba ciclista, ni siquiera el Tour, es más importante que unas elecciones, y más aún con la relevancia de éstas, pero es bonito pensar que, al menos durante unas horas, como cada mes de julio, personas de todas las ideologías y preferencias políticas han seguido con la misma pasión y fervor la etapa del Tour, que además ha ganado un francés, Anthony Turgis. Y vaya etapa. 

No ha habido hoy diferencias entre los favoritos, pero ha sido absolutamente irrelevante, da igual, porque hemos visto un día primoroso de ciclismo, una de esas etapas que amplían la leyenda del Tour. La etapa era de las más esperadas, con 14 tramos de sterrato, de caminos blancos, chemins blancs, y el día no ha podido ser más espectacular tanto en la lucha por el triunfo del de etapa, abierto hasta el final, como en la batalla entre los favoritos, con hasta tres ataques claros de Tadej Pogacar que supo responder a la perfección el Visma-Lease a Bike de Jonas Vingegaard. El danés sale como el gran vencedor del día, por la fortaleza mostrada por su equipo y por cómo ha resistido cada embestida de sus rivales, en especial, de Pogacar y de Remco Evenepoel, hoy también, loco por la música. 

Está claro que el vigente campeón del Tour no ha llegado al 100%, pero la forma en la que está resistiendo y yendo de menos a más nos recuerda por qué estamos ante un doble ganador del Tour. Cada día que pasa mantiene más intactas sus opciones de ganar la carrera por tercer año seguido. Claro que tiene enfrente a un Pogacar fortísimo y lleno de ambición y clase, pero lo de hoy es una victoria anímica para Vingegaard. Lo ha probado de mil maneras posibles Pogacar y no ha podido sacar tiempo a su gran rival. El duelo sigue con ventaja para el esloveno, sí, pero muy abierto por la solidez excepcional de Vingegaard y de su escuadra, hoy, perfecta

Las declaraciones de Pogacar en meta también hablan del triunfo del Visma. Ha dicho el esloveno que el Visma se ha centrado demasiado en él, que ha subestimado a otros rivales y que el equipo neerlandés no ha querido sacar tiempo a Evenepoel y otros rivales. Declaraciones de cierto cabreo que no hacen más que reforzar el éxito del día para Vingegaard y el Visma. Quedan muchas batallas por delante y Pogacar sigue enfundado en el maillot amarillo

Por cierto, hoy es el día de San Fermín y, como el Movistar es un equipo navarro, siempre posa con los pañuelos rojos pamplonicas. Hoy, además, el equipo navarro ha sido muy protagonista, al meter a tres ciclistas en la fuga del día: Alex Aranburu (cuarto en meta), Oier Lazkano y Javier Romo. Ha sido una etapa impecable del equipo telefónico, protagonistas casi desde la salida y con opciones hasta el final.

La primera escapada del día la formaron Derek Gee (Israel), Nelson Powless (EF), Romain Grégoire (Groupama-FDJ), Paul Lapeira (Decathlon AG2r) y Jarrad Drizners (Lotto-Dstny). No cesaron los ataques detrás y frustraron esa intentona. Justo antes del primer tramo se forrmó el corte bueno, en el que repitieron Gee y Powlesss, entraron los tres ciclistas del Movistar antes mencionados y, junto a ellos, Maxim Van Gils (Lotto-Dstny), Alexey Lutsenko (Astana), Jasper Stuyven (Lidl-Trek), Gianni Vermeersch (Alpecin-Deceuninck), Anthony Turgis (TotalEnergies), Elmar Reinders (Jayco-AlUla) y Axel Zingle (Cofidis). Contraatacaron Ben Healy (EF) y Tom Pidcock (Ineos) -segundo en meta al final-, que enlazaron en parte gracias a que Powless se paró para ayudar a su líder.

Después lo probaron, pero esta vez no pudieron llegar a la cabeza de carrera, Romain Bardet (DSM), Stefan Küng (Groupama FDJ), Magnus Cort (Uno-X), Clément Russo (Groupama FDJ), Arnaud De Lie (Lotto-Dstny) y Davide Ballerini (Astana), por un lado, y Axel Laurance (Alpecin), Dorian Godon (Decathlon Ag2r). Matej Mohoric (Bahrein),  Hugo Page (Intermarché Wanty) y  Michael Matthews (Jayco-AlUla).

Primoz Roglic, que ha ido a remolque todo el día, se quedó cortado en el segundo tramo de tierra. También, entre otros, Juan Ayuso y Wout Van Aert. El Visma de Jonas Vingegaard, antiguo equipo de Roglic, tiró del pelotón. Roglic y los miembros de su grupo cerraron esa diferencia. A 100 de kilómetros meta, en el sector 12, se puso a tirar el UAE. Se quedaron descolgados Simon Yates y Richard Carapaz. Vingegaard tuvo que cambiar de bici por un problema mecánico y terminó la etapa con la bici de su compañero Tratnik. 

Al salir del sector 11, a 90 kilómetros de meta, aceleró Pogacar, juguetón. A su rueda se pegaron Remco Evenepoel y dos Visma, Christophe Laporte y Matreo Jorgenson. A Laporte lo frenó el equipo. Tiró el Ineos de Carlos Rodríguez y el movimiento no fue a ningún lado, pero ya quedaron claras las intenciones del líder. Primer intento. Llegarían dos más. Tras ese momento hubo un cierto parón en el pelotón que dio un poco de margen a los fugados, donde ya no estaba Oier Lazkano por culpa de un problema mecánico. 

El Visma se volvió a poner la frente del grupo principal y cortó a un buen número de ciclistas. Atacó Evenepoel a 77 kilómetros del final en el tramo 10. Fue un demarraje impresionante, en una rampa dura. Al poco saltó Pogacar y respondió Vingegaard en primera persona. Bendito ciclismo moderno. Alcanzaron pronto a los fugados y se sucedieron los ataques entre ellls. Vingegaard no colaboró y rápidamente pararon también Evenepoel y Pogacar. El belga negaba con la cabeza, contrariado, pero la actitud conservadora y defensiva de Vingegaard es razonable. Segundo intento. Segundo momento de dificultad solventado por Vingegaard. 

Por si faltaba algo, apareció también el viento en la parte final, añadiendo aún más dureza. En el sector 8 tuvo un problema mecánico Evenepoel, que pudo resolver sin grandes apuros. A 50 kilómetros del final sufrió una caída Alekxandr Vlasov, del Red Bull-Bora, décimo en la general. Muy malherido, logró volver a subirse a la bicicleta. A 42 kilómetros del final atacó desde el pelotón Michael Matthews y eso animó a Biniam Girmay, David Gaudu, Mathieu Van der Poel, Rui Costa, Jacob Fuglsang y Rasmus Tillier. Lo intentó después Guillaume Martin, pero no llegó a la altura de este septeto perseguidor. Parecía que Van der Poel, campeón del mundo, podía llegar al grupo delantero, pero se quedó sin opciones. 

A 22 kilómetros de meta, en el sector 4, atacó Pogacar con mucha fuerza. Tercer intento. En el que peor lo pasó Vingegaard. El danés no pudo responder en primera persona. Jorgenson, coequipier de Vingegaard, sí siguió a Pogacar, mientras que Laporte se frenó para ayudar al danés. Fue un momento crítico, el más duro para el campeón del Tour Jorgenson tuvo que frenar para esperar a su líder y se marchó, ya sí, en solitario, Pogacar, justo cuando entraba en el sector 3. Jorgenson hizo un trabajo impresionante para Vingegaard y los dos de Visma enlazaron con el esloveno. Atrás quedaron Evenepoel, Laporte, Ayuso y Almeida. Los Visma no dieron relevo a Pogacar. Pello Bilbao atacó a 15 kilómetros  de meta y tomó unos segundos de ventaja con el grupo del líder. También atacó, para seguir con su tradición casi diaria, Jonas Abrahamsen, que está haciendo un Tour impresionante. 

En el último tramo volvió a atacar  Pogacar pero se soldó a su rueda Vingegaard. Luego lo probó Evenepoel, pero tampoco hubo distancias. Ahí acabó la batalla entre los favoritos. Sin diferencias, lo cual refuerza a Vingegaard. Los tres, Pogacar, Vingegaard y Evenepoel, han mostrado ser los más fuertes. Quedaba, claro, la lucha por la victoria parcial, que ya estaba claro que era cosa de los fugados.  A 11 kilómetros del final Stuyven atacó en busca de la victoria. Entró en cabeza y con unos diez segundos de ventaja en el último camino blanco. Mantuvo una distancia de un puñado de segundos, pero al final fue cazado. Turgis se impuso en meta, dándole una victoria a TotalEnergies que el equipo llevaba años buscando, y sorprendiendo a los favoritos de la fuga. Gran victoria en un día de esos que no se olvidan.  



Desde hoy la atención del planeta ciclista sigue en el Tour, claro, pero también se dirige hacia el Giro de Italia femenino. La corsa rosa ha echado a rodar con una contrarreloj individual en Brescia. Ante la ausencia de algunas de las grandes del pelotón, como Demi Vollering o Kasia Niewiadom, dejan muy abierta la disputa por la general. 

De momento, hoy Elisa Longo Borghini ha dado un golpe de autoridad. No sólo por la victoria de la etapa, sino por las diferencias que ha sacado a todas sus rivales, como los 25 segundos que ha logrado frente a Lotte Kopecky o los 29 segundos frente a Juliette Labous. Mañana, primera etapa en línea, propicia para el sprint, 

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