Van Aert repite y O’Connor sonríe


Galicia le sienta muy bien a la Vuelta. Y a quién no le sienta bien Galicia, claro. No ha sido un día de movimientos de los favoritos, lo que beneficia al líder, Ben O’Connor, pero sí ha sido una jornada preciosa en la lucha por la etapa, que ha terminado llevándose Wout Van Aert. Es ya la tercera victoria para el belga en esta edición de la Vuelta, que supone su debut en la carrera. Tres etapas y maillot verde de la regularidad en el ecuador de la Vuelta. Es imponente el balance de esta primera parte de la carrera para Van Aert, que está salvando al Visma-Lease a Bike, ya que el conjunto neerlandés no está pudiendo disputar la general. 

Ningún otro ciclista es tan versátil como Van Aert. Venía de ser medallista olímpico en la prueba contrarreloj y estuvo a punto de ganar la crono con la que empezó la Vuelta en Lisboa. Había ganado ya dos etapas al sprint en la ronda española. Y hoy se ha llevado una jornada de media montaña sin inmutarse. El hombre que todo lo hace. El ciclista que puede ganar al sprint, subiendo, bajando, en contrarreloj, en clásicas, en etapas de cualquier recorrido. Inconmensurable. La presencia de Van Aert engrandece por sí sola la Vuelta, pero es que además su actitud en la carrera está siendo admirable. No sabemos quién ganará esta Vuelta y, lógicamente, los focos se centrarán en la lucha por el maillot rojo, pero esta Vuelta tendrá que ser recordada también por los recitales sin fin de Van Aert.  

Nada más entrar en meta, un día más en la oficina, el belga se reunió con su mujer y sus dos hijos. Cogió en brazos a uno de ellos y le señaló el gesto que hizo al cruzar la meta, los tres dedos con los que indicaba el contador de victorias de lo que va de carrera. Han sido unas muy tiernas imágenes. Lo más probable es que no sea la última celebración de Van Aert en esta Vuelta. 

En un día radiante de sol en el que ha lucido bellísimo el paisaje gallego, los favoritos no lo han probado hoy, así que todo el interés se ha centrado en la victoria parcial. Tras una batalla sin cuartel por formar la fuga, se marcharon hacia adelante Wout Van Aert (Visma-Lease a Bike), Marc Soler (UAE) y William Junior Lecerf (T-Rex Quick Step), pero no llegaron a abrir mucho hueco ni cesaron los ataques. A los tres de cabeza se unieron Quentin Pacher (Groupama-FDJ) y Juri Hollmann (Alpecin-Deceuninck). Saltó en la persecución del quinteto Alessandro De Marchi (Jayco-AlUla), pero ya le fue imposible darles alcance. Tras casi dos horas locas de muchos demarrajes, el pelotón dejó hacer a la fuga y los cinco ciclistas de cabeza abrieron camino. 

Van Aert aceleró para llevarse los puntos en el sprint intermedio, poco antes del inicio del Alto de Mougás. Tras él saltó Pacher. Los dos vieron que habían tomado unos metros de ventaja y tiraron hacia adelante. Pacher iba al límite. Sabía que no tenía que hacer ante Van Aert en un mano a mano, pero apenas pudo intentar atacar al belga. En todo caso, un segundo peso de mucho mérito.

¿Y de la general qué? Hoy, día después de la jornada de descanso, que siempre suele ser peligrosa, sin movimientos ni novedades. El Red Bull-Bora se puso a tirar del pelotón cuando se acercaban los puertos finales, lo que permitía anticipar algún movimiento de Roglic que no llegó. En el último puerto, Jefferson Cepeda se puso a tirar del grupo de favoritos trabajando para su líder, Richard Carapaz, pero tampoco lo probó el ecuatoriano

Ben O’Connor ha salvado el día sin el menor apuro. Cada día que pasa sin cambios es una buena noticia para el corredor australiano del Decathlon-Ag2r. Además, como triunfó la fuga, el líder también esquivó el riesgo de que alguno de sus rivales pudiera sumar segundos de bonificación. Día redondo para el líder. Uno menos. Quedan muchos. 


Mañana, etapa rompepiernas con un perfil precioso que, de nuevo, se presta a las fugas y que, adivina qué, también le va perfecto a Wout Van Aert. 

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