Cuentos del equipo Cofidis

Los seguidores del ciclismo, supongo que también los de otros deportes, cometemos el error de deseñar a los equipos pequeños con más frecuencia de la que nos gustaría reconocer. Muy a menudo, en etapas del Tour o la Vuelta en la que esperamos batalla entre los favoritos y no la haya, sentimos una decepción y restamos importancia a los otras batallas que sí se han dado en esa etapa. Sobre todo, a las historias que cada corredor lleva a sus espaldas. La posibilidad de lograr un triunfo de etapa de un equipo modesto. Las penurias que pasa un ciclista que se cayó el día anterior para llegar a meta. Las ganas de un corredor de lucirse en esa etapa en concreto porque llega al pueblo de su madre. Mil historias, en fin, que con frecuencia se nos escapan por centrarnos sólo en la gran batalla por la general, en los personajes protagonistas, como si los secundarios no fueran trascendentales, como si lo mejor del ciclismo no fuera, precisamente, esa confluencia de historias de tantos equipos, corredores, asistentes, directores deportivos y demás personas que forman parte de la gran ciudad rodante que es toda prueba ciclista. 


Todo esto pensaba mientras leía el muy interesante libro Cuentos del equipo Cofidis, de Sergi López-Egea editado por Cultura Ciclista. El autor es uno de los periodistas españoles de referencia en el ciclismo. Lleva décadas contando los pormenores de las principales carreras en El Periódico. Este libro, publicado en 2017, llega después de otros del autor, como Cuentos del Tour, que espero leer pronto (si estáis leyendo esto, Reyes Magos, ya tenéis una idea). Se centra en la historia del Cofidis, uno de los equipos que más tiempo lleva en el pelotón, además, desde el principio con el mismo patrocinador, una de las empresas que más ha apostado por este deporte en los últimos años, lo cual tiene especial mérito por las sucesivas crisis, económica y de imagen a causa del dopaje, que el ciclismo ha sufrido en los últimos tiempos. 

El Cofidis no ha ganado nunca el Tour ni la Vuelta. Sin desdeñar su palmáres desde 1997, que ocupa 23 páginas en uno de los anexos del libro, se puede decir que el Cofidis forma parte de esa clase media del ciclismo que, como decía arriba, a veces menospreciamos, o a los que le damos menos presencia en las crónicas y los comentarios de los aficionados al ciclismo de los que merecen. De entrada, es digno de elogio y admiración que una misma empresa mantenga un equipo ciclista durante 32 años, y sumando. Pero es que, además, la riqueza y la belleza del ciclismo no está sólo en los grandes transatlánticos, en los equipos todopoderosos con una multitud de victorias en las principales carreras, sino también, y muy especialmente, en la historia de esas otras escuadras que batallan con menos presupuesto, pero con tanta o más ilusión y ganas. 

El libro, dividido en varios capítulos, varios cuentos, deja esta vez en un segundo plano la historia reciente del ciclismo, entendido como la de los grandes vencedores del Tour y del resto de las grandes carreras, para poner el foco en otros actores, los que han ido pasando por el Cofidis a lo largo de su historia. La historia del equipo francés sirve para repasar lo vivido en este deporte desde 1997. Por ejemplo, el paso de Lance Armstrong por la escuadra francesa, antes de sufrir el cáncer y fichar después por el US Postal. El resto de la historia es conocido de sobra. O la presencia de otro ganador del Tour, Bradley Wiggins, en el Cofidis. 

Varios ciclistas españoles que han competido en los últimos años en el equipo francés tienen una presencia destacada en el libro, como Dani Navarro, Luis Ángel Maté o Íñigo Cuesta. Es especialmente atractivo el capítulo dedicado a David Moncutie, igual que el de Nacer Bouhanni, el velocista francés de origen argelino que es puro nervio. Pero si me tuviera que quedar con uno de estos cuentos quizá elegiría el de Las manos de Torrontegui, en el que, de la mano (nunca mejor dicho) del masajista español Marcelino Torrontegui se cuenta el nacimiento del equipo Cofidis, con Cyrille Guimard como alma mater de la escuadra, Historia viva del ciclismo, del que Torrontegui afirma que "era el Tour. Vivía el Tour los 365 días del año. Era su vida. Era una enciclopedia del Tour, Tour, Tour y solamente Tour". Cuentos del equipo Cofidis es, en fin, un libro encantador, ideal para hacer más corto el invierno antes de que vuelva la competición y, con ella, las historias, grandes y pequeñas, que concentra el pelotón en cada carrera. 

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