Lo mejor del 2019 ciclista (II): Los monumentos y el Mundial

De los muchos días de competición que ofrece el calendario ciclista, hay seis que son ineludibles para todo amante del deporte de la bicicleta: los cinco de los monumentos y el día en el que se disputa el Mundial. Siguen su ritual todas esas pruebas, cada una, en su época del año, en el sábado o el domingo exacto en el que se llevan disputando décadas, esperadas por todos, ansiadas, adoradas y odiadas por los ciclistas, veneradas por los aficionados a este deporte. Por orden cronológico, la fiesta de los monumentos, las cinco clásicas con más historia del ciclismo, comienza a finales de marzo con la Milán-San Remo y terminan en octubre con Il Lombardía, la clásica de las hojas muertas, por la época del año en la que se disputa. 


Seguimos, pues, el orden cronológico para recordar estos seis días grandes del 2019. Julian Alaphilippe ganó la Milán-San Remo de este año. La Classicissima se resolvió en un sprint de un grupo reducido, en el que el corredor francés, que después deslumbraría en muchas más carreras, como el Tour de Francia, fue el más rápido. Logró la victoria por delante de corredores como Oliver Naesen, Michael Kwiatkowski, Peter Sagan, Wout Van Aert, Alejandro Valverde o Vincenzo Nibali. Casi nada. El corredor francés del Deceuninck-Quick Step fue quien lanzó el ataque decisivo en el Poggio, él hizo la selección y él se impuso en meta, adelantando a Matej Mohoric, quien lanzó el sprint demasiado pronto. 

La victoria de Alaphilippe en la Milán-San Remo no fue ninguna sorpresa, a diferencia de lo ocurrido en el Tour de Flandes, donde se impuso Alberto Bettiol, quien lograba así, a lo grande, su primera victoria como profesional. El ciclista italiano del Education First ganó, además, en solitario. Su ataque en Kwaremont fue imposible de seguir por ninguno de sus rivales, que ya no lo vieron hasta la meta. La segunda posición fue para Kasper Asgreen y la tercera para Alexander Kristoff

En el calendario de monumentos, al Tour de Flandes le sucede la París-Roubaix, también conocida como el Infierno del norte. La victoria de Philippe Gilbert fue la quinta del corredor belga en un monumento, la primera en esta prueba. Ya sólo le falta la Milán-San Remo para haber conquistado las cinco grandes clásicas del mundo. Ganó Gilbert tras una estrategia impecable de su equipo, que había metido antes en distintos cortes a Yves Lampaert y a Tom Declercq. La carrera fue, más que nunca, una prueba de supervivencia, con pinchazos y caídas que afectaron a muchos de los candidatos a la victoria, como Tiesj Benoot o Wout Van Aert, quien renació varias veces, pero terminó extenuado. Gilbert entró en el velódromo de Roubaix junto a Nils Politt, que nada pudo nacer ante el corredor belga del Deceuninck-Quick Step, quien correrá el próximo año en el Lotto-Soudal. 

Con un inmenso recital de Jakob Fuglsang, otro de los grandes nombres del 2019 ciclista, terminó el cuarto monumento del año, la Lieja-Bastoña-Lieja. La luvia protagonizó la carrera y hasta puso en riesgo la victoria del corredor danés del Astana, ya que la bicicleta le hizo un extraño en una curva. Afortunadamente, pudo controlarla y ganar la prueba, arrasando, con un poderío descomunal. Davide Formolo terminó segundo y Maximilian Schachmann fue tercero de una carrera en la que Mikel Landa estuvo muy activo e incluso llegó a lanzar un ataque a falta de 13 kilómetros del final. 

Fiel a su cita, el último domingo de septiembre se disputó el Mundial en ruta, la gran prueba del año. Fue una carrera de supervivencia, realmente dantesca, en Yorkshire. Los ciclistas lucharon contra los elementos y sólo 46 ciclistas lograron terminar la carrera. El sucesor de Alejandro Valverde fue Mads Pedersen, de 23 años, con quien no contaba casi nadie, ni siquiera cuando quedaron sólo tres ciclistas por delante: el propio Pedersen, Matteo Trentin (favorito claro a la victoria en ese grupo) y Stefan Kung. Pero Pedersen sorprendió y vestirá el maillot arcoíris el próximo año, igual que hará la inmensa Annemiek Van Vleuten, ganadora del Mundial femenino en ruta. 

Cuando termina el Mundial, la gran prueba del calendario, el día que todos los amantes del ciclismo esperan con ansia, aún queda alguna que otra carrera. Sobre todo, Il Lombardía, el último monumento del año, el único que se corre en otoño. Este año muchas de las grandes estrellas del pelotón internacional, incluidos los flamantes ganadores del Tour y de la Vuelta, se dieron cita en la clásica italiana. Ni Egan Bernal ni Primoz Roglic lograron la victoria, que fue para Bauke Mollema. El corredor neerlandés del Trek ganó en solitario la carrera, el primer monumento de su carrera. Un contrapunto a una temporada marcada por el estallido glorioso de tantos jóvenes ciclistas. Mollema, a sus 33 años, reivindicaba también a los veteranos. 

Mañana: Lo mejor del 2019 ciclista (yIII): Los protagonistas del año

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